La flor y el hada llegan a un gran árbol centenario. Está seco y agrietado, pero su imponente tronco sugiere la grandeza que tuvo alguna vez. En sus ramas marchitas cuelgan misteriosos frutos opacos, mientras raíces entrelazadas se hunden profundamente en el suelo agrietado.
Hada:
―― Aquí estamos... El Árbol de Lunarya. Este lugar siempre fue el alma del bosque, pero ahora está débil y roto. Los frutos de sus ramas y la savia de sus raíces son clave para restaurarlo. Pero aquí está el dilema... Solo podemos tomar uno de ellos. Decidir mal podría costarnos el tiempo que no tenemos...
Flor:
―― ¿Y cómo sé cuál elegir?
Hada:
―― Ambos tienen poder, pero en formas distintas. Escucha con atención: